Cosas que me gustaban

Reírme de todo. Ironizar las situaciones más devastadoras. Cantar bajito, o no tanto, sentada en el cordón de una vereda. Salir a caminar. El sol, el cielo azul y el frío de un día de invierno. Dormir la borrachera.

El café con leche. Tu cama. La alfombra de la casa de mis abuelos. La cama colonial de su dormitorio. El jardín. Los árboles del fondo. Tener la razón. Que no me importe tenerla.

Los libros de mi abuelo. Abrazar a mi abuela. Escribir de un tirón 7 páginas de ficción. Hablar con los animales. Escuchar a mi abuelo tocar el piano. Y a mi tía abuela acordarse la letra de un tango.

La manera en que te miraba. Ir a cursar. Confiar en mí. Dar consejos gratis. Sacarle fotos a las escaleras repletas de flores, y al mismo arbolito en la orilla del lago. Cruzar la ciudad para hacer la diferencia.

Viajar en tren de larga distancia. Escuchar anécdotas de familiares memoriosos. Pasar el tiempo con mis primos más chicos. Intentar aprender un instrumento. Perdonar muy rápido. Llorar poco.

Tenerle respeto a todos los mayores. La utopía. Ver películas clásicas. Tomar un helado en invierno. Bailar. Agarrarle la mano a alguien y que no tenga otra connotación que sentir el contacto de su palma contra la mía.

Curiosamente, las cosas que me gustaban son también las que extraño.

El libro rojo

Me hicieron un regalo inigualable hace unos días, con motivo de mi cumpleaños. Como el título lo anticipa, mi madrina me regaló un libro de tapas rojas de cuerina y hojas lisas, blancas y de buen grosor.

Algunas personas pueden considerar que es un presente simbólico, un objeto con muy poca utilidad, pero para mí es un bien preciado. Hay algo en ese plano horizontal, acotado por bordes y con superficie regular, lisa y blanca que me da la sensación de libertad, de que puedo hacer lo que quiera sobre él.



Por ejemplo, podría escribir los versos más tristes... si no fuera porque ya los escribieron, y yo soy malísima escribiendo poesía. Debo decir que hay algo alentador en una hoja en blanco. Nunca lo veo como una "nada" sino como ese lugar que grita "vacío - hay vacante".

Este libro se une a una serie de cuadernos de anotaciones que ya tengo: un libro blanco, de tapa dura y hojas lisas donde empecé a escribir un diario de mi viaje en barco a Río de Janeiro, y un libro de tapas azules con ribete dorados y hojas gruesas y amarillentas que heredé de mi abuela.

Hay libros que me gustan tanto así como están que no quiero interrumpir su blancura y arruinarla con mi letra a mano alzada, que es como un garabato hecho con demasiada presión sobre la hoja. Cada trazo es como una ofensa a ese blanco inmaculado.

Creo que este blog es el espacio que más intervine a lo largo del tiempo. Lo empecé en el 2006. Ninguno de mis diarios se prolongaron tanto... Después de intervenir tantos cuadernos, maltratar algunas páginas y dejar desoladas las demás, me resigné y ahora disfruto del placer de ver las hojas en blanco.

Mientras tanto, sigo mis relatos en este, mi extraño mundo cibernético.

La Gestapo

Hoy puedo decir que me llamó la Gestapo, o lo que es mucho peor: una amiga chusma de mi madre.


Interior - Noche - Casa de Chan

[Teléfono]

Voz de mujer: Hola, ¿Mamá Chan?

Mafalda Chan: No, salió. Soy la hija. ¿Quién es?

Ella: Ah, soy D.

MC: Qué tal, ¿cómo estás?

D: Bien. ¿Mamá Chan vive ahí?

MC: (duda por un momento, no recuerda haberse mudado sola) Sí, pero no está.

D: Ah, bueno, porque estoy confirmando las direcciones para las participaciones del casamiento de X.

MC: Ah... sí, ¿querés la dirección?

D: No, la tengo. La saqué de la guía de teléfono. ¿Tus hermanas bien? ¿Viven todas ahí?

MC: No, cada una en su casa.

D: Ah... Bueno, al menos queda una...

MC (siente el aguijón en el cuello): Sí, por ahora...

D: ¿Y qué estás estudiando?

MC: Soy periodista.

D: Ah... ¿Todas periodistas?

MC: No, sólo yo.

D: ¿No? ¿M no?

MC: No... sólo yo.

D: ¿Dónde estudiaste? ¿En la UCA?

MC: No, en TEA.

D: Ah... Yo estudié en la UCA cuando existía esa carrera corta de dos años. ¿Dónde trabajás?

MC: En un diario digital.

D: Ah... Yo hice la revista "San Nicolás" hasta que XX tuvo a su bebé en Estados Unidos y me fui a ayudarla. [bosteza] Después no hice nada más...

MC (piensa "se nota", pero decide no expresar lo que piensa): A-ha...

D: Bueno, les mando las participaciones, un beso grande a todas.

MC: Saludos, adiós.

Un ramo de flores



Nunca lo había notado antes, pero parece que me gusta sacarle fotos a las flores. Me falta sólo la de la pasionaria, que no la encuentro.

Madre, vos también...

Interior - Tarde - Casa de Chan

Mamá Chan: Y la contesta de taquito... (dice, al ver a Diego Maradona haciendo jueguito en el borde de la cancha donde jugó la selección contra Corea del Sur).

Mafalda Chan: Sí, no lo puede evitar. Tenemos un DT que todavía se siente jugador (contesto, mirando la maniobra ágil y certera)

Claro, yo me acuerdo del último partido que la Argentina jugó contra Grecia en un Mundial. Fue en del '94, en Estados Unidos, y bueno... Terminó mal. El resultado fue un puñado de goles a favor nuestro, y el escándalo del dopping positivo que surgió después del encuentro.

De ahí, un viaje sin escalas de vuelta a Buenos Aires. Y de la camiseta suplente de la selección no me olvido más.

Ahora lo veo de traje gris reglamentario con la pelota que le rebota ligera en el borde de sus zapatos negros. Rapidito, un toque, dos, y va...

"Pobre, no lo puede evitar", acota Mamá Chan. Reacciono. "¿'Pobre'? Ahora lo tratás de 'ay, pobre' y hace dos meses le decías 'drogadicto hdp'?"

Madre se defiende: "Es un drogadicto hdp, pero lo tiene adentro", explica. Say no More.

Madera noruega (este pájaro voló)

Tal vez se deba a que es el día más corto del año, a que empieza el invierno, o porque es feriado, pero me agarró un ataque de beatlemanía (qué raro yo >ironía<). Gracias a Internet di con un disco tributo que hicieron varios artistas para conmemorar los 40 años del lanzamiento de "Rubber Soul, la placa de 1965.



Dentro de las variadas versiones hay una muy rescatable de The Donnas para "Drive my car" y una muy linda de "Michelle" a cargo de Ben Harper. El problema aparece cuando le llega el turno a "Norwegian wood (this bird has flown)", o quizás es que no entendí ni un poquito la onda de The Fiery Furnaces, cosa muy probable.

El hecho es que me disgustó mucho que le hubieran cambiado la melodía y la "onda" a la canción. Acepto que hayan querido hacer algo distinto, pero es un clásico tan perfecto, una melodía tan sólida, completa, simple... Es como si fuera una persona que se para sola, y en esa versión es como si fuera contorsionista.

Las canciones de los Beatles son la oportunidad perfecta para que un músico salga de lo que habitualmente hace y se anime a "tocarse una de los Beatles". [Advertencia: yo avisé que hoy estoy beatlemaníaca] Qué se yo, igual está buena la versión de "Think for yourself" y la de "I'm looking through you".

Buscando una versión decente de "Norwegian wood" encontré una rareza en vez: la de Cornershop, que ni siquiera está en inglés. No quiero aventurarme a decir en qué idioma está para no escribir sandeces. También di con una con mucha guitarra, y un sabor distinto, a cargo de Victor Wooten. Es distinta y a la vez conserva el mood.

Es más, me dejo de bloggear pavadas y sigo escuchándola, en silencio, sin analizar mucho... Sobrevolando mi propio cuarto, prendo un cigarrillo, ¿no es buena madera?

Twit con un twist

Aclaración: Sabe mejor con un toque de limón...

"Entregáte a tu propia estupidez!", me exhorta V, "Si vas a comer papel matamoscas, ¡que al menos sepa a caramelo!"


 @mafaldachan

Conchuda

Porque hay que ser justas en esta vida, no estaría de más cierta autocrítica cuando se trata de mirarnos al espejo. Así como podemos ser los seres más compasivos y pacientes del mundo, algunas mujeres desarrollan (¿o desarrollamos?) una increíble capacidad para mimetizarnos con la naturaleza.

Nos dicen, entre otros piropos, que hablamos como loros, que nos portamos como arpías entre nosotras, que somos unas perras en la cama, o unas yeguas cuando queremos complicarle la vida a alguien. Entre tantos cumplidos, cabe destacar que algunas mujeres no son para nada gallinas y defienden lo suyo cual leonas.

Pero las mujeres también se las traen. Sería fácil decir que es "todo culpa de los hombres" porque "son una basura", pero son compañeros de especie, meros seres humanos, así que acá va el mea culpa:

"Las mujeres no tienen amigas, tienen aliadas", me dijo una vez G. Su concepto de amistad entre las mujeres resume la postura de muchas. Así como los hombres se apoyan hasta cuando se trata de una causa perdida, las mujeres juegan "su partido" solas, a veces, porque no les queda otra.

Por eso es que valoramos tanto a nuestros amigos y a las "íntimas amigas", que siempre son pocas.

Algunas mujeres celan a sus novios al punto de mantenerlos lejos de sus amigas hasta el día de su casamiento. Y siempre está amiga que se sube a un banquito imaginario de no más de 10 centímetros de altura sólo porque está en pareja, o porque se casó o porque es madre.

Esa palabra, "madre", es tan fuerte que altera la psiquis de la más centrada de las mujeres. [Agrego un detalle: es indignante como algunas mujeres se escudan detrás de la maternidad para excusarse por lo que sea, acomodar horarios, puntos de encuentro, o hasta dar consejos como si fueran un pozo de ciencia desde que parieron mientras que a una le falta "experiencia".]

Igual, quiero aclarar que tengo un pequeño número de amigas que rompen con ese esquema, por suerte.

Después están las "madres-amigas", que no existen, y menos aún las "madres-hermanas". Confundir, mezclar o reemplazar esos roles es una gran equivocación. Las madres sirven si son madres, lo mismo con las hermanas y las amigas.

Después están las mujeres criticonas, las que lo hacen a espaldas de otras, o las que lo hacen a la cara. Si un hombre critica es un chiste, si una mujer lo hace, ella es una perra y está siendo mala. Error. En ese caso, el hombre también está siendo una perra mala.

Una mujer que llegó a la vida adulta habiendo soportado chismes crueles inventados por otra, o un desengaño temprano con los hombres, no sólo es una mina con mala suerte, sino también una con mañas propias. Con toda la bosta que le cayó encima, es probable que tenga ganas de empezar a repartirla, aún a riesgo de que cada tanto le griten "¡Yegua!"

Eso, o no tiene ningún problema con que la tilden de "jodida" porque dice y hace lo que quiere.

Aviso: Hoy estoy chinchuda

Es normal que la gente me vea por la calle tan pronto sonriendo como con el ceño fruncido. Tengo un exceso de eso que llaman "conversación interna", y hoy tuve una gran charla. Sólo conmigo, claro.

Algunas de las reflexiones que empezaron a circular por mi cabeza fueron, por ejemplo, que algunos hombres dejan muy mal parados a sus congéneres. Como cuando hacen algo para que una mujer se desilusione con ellos.

Claro, después intentan arreglarlo con un simple gesto, como ser un ramo de flores o un llamado. A ver, chicos: se mandaron un cagadón importante, ¿no creen que un SMS o unas flores son poca cosa? Deberían saber que sí. No es ser sobreexigente, es pedir un poco de respeto, y algo de paz.

A riesgo de quedar como una de "las perras" que no les dan bola y no les perdonan las metidas de pata (aunque la hayan metido hasta el fondo, y como 8 veces), debo decir que hasta las mujeres más "buenudas" tienen un límite. Por suerte, porque sino serían trapos de piso.

Se trata de hacerles un favor para que desistan de una vez de intentar recomponer una relación que está hecha añicos y que no son más que esquirlas de vidrio que lastiman.

Después está esa cosa de camaradería que tienen los hombres, donde se apoyan a muerte aunque sepan que su amigo no fue muy brillante. Los banco, pero no se pasen. Hay excepciones.

Así como no les vamos a levantar un monumento porque se les ocurrió levantar el tubo del teléfono, tampoco da que ustedes lo hagan y se defiendan ciegamente. Piensen. Imaginen si la mujer del hombre en cuestión fuera su hermana.

Desde luego, no pretendo que vean a la "perra / bruja / loca" de la "mina" en cuestión como si fuera una víctima o como a una persona que puede haber reaccionado mal a una situación complicada.

No pretendo que entiendan por un instante que a veces se ganan la mierda que les hacen, porque nosotras no nos quedamos atrás si de kilombos se trata.

Otra cosa: no son héroes por hacerse cargo de las cagadas que se mandan. A esa actitud se le suele llamar madurez y es esperable de todos los seres humanos a partir de cierta edad. Mujeres incluidas.

En un plano totalmente distinto, resulta que un tipo merece ser embajador de la Buena Voluntad de UNICEF porque se le ocurrió hacerse cargo de su hijo. Todos los seres vivos nacen, crecen, se reproducen y mueren. Sigan la evolución natural y dejen de hacerse los mártires.

Quizás más que "chinchuda" debí decir "conchuda" (es mi Blog, puedo escribir lo que quiera), pero es un rejunte de reflexiones de hace varios días. Y eso que a mí me gustan los hombres... ¡pero algunos dejan muy mal parados a sus congéneres!

Verdades de Género, según Mafalda Chan

He dicho:

Nadie es imperturbable frente a un ex. Te dan ganas de besarlo o de golpearlo, pero algo le querés hacer.

El instinto de autopreservación prima por sobre todas las cosas. Una puede no acordarse por qué se fue el muy desgraciado, pero si los nervios se disparan apenas lo ven... es mala señal.

Para que una relación entre hombre y mujer se mantenga constante, cada uno tiene que estar con otra persona. Un centímetro más de intimidad entre ellos y la naturaleza deja de ser sabia para ser Indiana Jones.

Nada como volver a estar con una ex pareja para recordar los buenos viejos tiempos, y ese sabor amargo del final. Especial para los melancólicos y amantes de lo agridulce.

Cuando una persona logra sacar lo peor de otra no hay vuelta atrás: es como preparar una Molotov. Mejor es separar los tantos y que cada elemento sea algo constructivo por su lado.

Nadie es verdaderamente masoquista. Hasta el más estoico se harta de sufrir. No hace falta un pastor brasileño para saberlo: basta con cansarse de llorar.

El amor es cosa de chicos. Ellas sueñan despiertas, ellos se encaprichan, y al final, lo más fácil era preguntar: "¿querés ser mi novia/o?"

Y aún con todos los contras, los seres humanos seguimos eligiendo amar y ser amados... ¡Qué bichos raros!

Instrucciones para echarlo a perder

Estoy en condiciones, creo, de detallar cómo se logra. Lean y me dicen si no tengo razón.


Sea ud misma, hasta que algún tipo se dé cuenta de que existe y la caiga en cuenta.
Intente guardar la compostura. No se alarme, a veces pasa.
Decline toda invitación a salir. Acceda a una, finalmente.
Eche a perder la primera salida.
Reincida dos meses más tarde. Salga un par de veces más. Termine yendo a la casa, y a la cama, del susodicho.
Compórtese como si hubiera sido algo casual y no le interesa volver a ver al tipo.
Muérdase los labios, cuando esté a solas, pensando en verlo de nuevo.
Eche a perder las próximas oportunidades de verlo, hasta que el hombre piense que realmente no tiene interés en él.
Demuestre repentinamente interés. Después, échelo de su casa.
Inicie así un tire y afloje desgastante, hasta que usted quede confundida y a él pase a parecerle "una histérica".
Lo está siendo.
Reanude, meses más tarde, un débil intento de relación amistosa.
Vuelva a irse al pasto, y a la cama de él, porque en el fondo usted siempre lo quiso así.
Engánchese, enamórese, caliéntese, como Ud. prefiera llamarle al estado en el que se perciba que a usted le interesa.
Ruegue a Cristo que el tipo se calme y vuelva.
Échelo a perder de nuevo con una cantidad de infantilismos dignos de una pendeja de secundario.
Prefiera seguir con la onda "casual" aunque parezca que él se puso las pilas.

Listo, es Ud. una licenciada en echarlo a perder.

El siguiente paso es mantener la relación en estado alfa de sexo, donde no se involucran sentimientos porque claramente nunca estarán en la misma página él y usted. Si le recrimina algo, no se haga cargo. Tampoco recrimine cosas usted.

Relájese y goce, que mientras dure, dura. Después, a buscar otras pasturas. No olvide que fue usted quien decidió pisotear las flores.